María Auxiliadora, conocida también como María “Auxilio de los Cristianos” es una antigua advocación mariana de los primeros siglos que, sin embargo, tuvo su mayor expansión en el siglo XIX y XX gracias a San Juan Bosco y a los salesianos. Pero su origen y su importancia es muy anterior, era ya conocida por las comunidades cristianas de los primeros siglos, así como por los Padres de la Iglesia, algunos de los cuales hablaron precisamente de ella.
Hoy día María Auxiliadora es inseparable de San Juan Bosco y de la familia salesiana, que dieron un impulso universal a esta advocación mariana. Y todo ello a pesar de que el título mariano de “Auxiliadora” de los cristianos es mucho anterior al santo turinés.
Hay que remontarse a la infancia del santo para entender este vínculo profundo con la que sería la gran protectora de la gran obra a la que estaba llamado a realizar. Con nueve años tuvo un sueño en el que la Virgen le decía que su vocación sería ser sacerdote. Unos años después, en 1860 María volvió a hablarle en otro sueño en el que le dijo que quería ser honrada con el título de “Auxiliadora”. En ese momento también le dijo dónde quería que se le construyese en Turín un templo dedicado a ella, y que actualmente es la basílica de María Auxiliadora.
En 1862, Don Bosco decía: “La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana”. Y muy conocidos son también otros dichos de Don Bosco que muestran esta gran devoción: “No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado”, o “Todo lo ha hecho Ella”.
Fue en esta confianza ciega en María Auxiliadora como en 1863 Don Bosco comenzó la construcción de la iglesia en Turín. Sólo contaba con unas monedas, que fue la primera paga que le dio al constructor. Pero fueron tantos y tan grandes los milagros que María Auxiliadora empezó a conceder a sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la gran Basílica. El Santo solía decir: “Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen”.
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Varios Padres de la Iglesia se refirieron a María como auxiliadora. Así lo hizo Juan Crisóstomo en una homilía en el siglo IV; Proclo, en el siglo V; y Sebas de Cesárea, en el VI. Más adelante, Juan Damasceno (siglo VIII) y Germán de Constantinopla, también utilizaron este título. Esta advocación es compartida por igual por católicos como por ortodoxos, que recuerdan como en el año 1030 Ucrania logró defenderse de una invasión bárbara, éxito que igualmente atribuyeron al auxilio de la Virgen María, a la que relacionaban con la mujer del Apocalipsis que vencía al dragón.
¿Por qué María Auxiliadora se celebra el 24 de mayo?
Que la fiesta de María Auxiliadora se celebre el 24 de mayo no es casual, sino que tiene un motivo claro y específico. Y todo se debe al Papa Pío VII, que fue hecho prisionero por Napoleón Bonaparte y que hizo una petición a la Virgen, en su advocación de “Auxilio de los Cristianos”. Casi cinco años estuvo fuera de Roma el Pontífice en manos del emperador francés.
Pío VII prometió a la Virgen que si le ayudaba a regresar a Roma el día que pusiera un píe en la ciudad lo decretaría fiesta en honor de María Auxiliadora. De repente, un Napoleón que parecía invencible empezó a caer derrotado.
J.L.N. 23 mayo 2023
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