“¡Señor mío y Dios mío…!”
(Jn.20,28)
…Te adoro, te beso, te amo…
Aún en la pobreza del pesebre,
Tu eres CREADOR y yo creatura…
Tu eres SALVADOR y PASTOR, y yo oveja perdida y herida…
Tu eres MANANTIAL y FUENTE, y yo tierra árida y sedienta…
Oh maravilloso misterio de Amor, de todo un Dios infinito oculto en lo pequeño…!!!
GRACIAS por tu presencia en la historia y en mi vida.
GRACIAS por abrazar mi miseria, por saciar mi sed, y por hacer tuyas mis heridas.
GRACIAS por tu presencia en la pobreza y oscuridad de mi alma…,
GRACIAS porque contigo TODO SE ILUMINA…!!!
Ábreme los oídos para que pueda escuchar tu PALABRA.
Ábreme los ojos para que pueda contemplar tu AMOR.
Ábreme los labios, para que pueda BENDECIR tu nombre y CANTAR con los ángeles tus alabanzas…, y para que con tu Palabra y tu Amor en mi boca y en mi vida, puedas tocar y cautivar el corazón de los hombres a los que me envías… AMÉN.
En esta Navidad,
contempla, adora, besa y habla bien de Dios, de su AMOR en tu historia y en la de todos los que te rodean…!!!
Contempla, adora, besa…¡¡¡habla siempre bien…
y CANTA agradecido…!!!
…y así…, aún en la más negra oscuridad de la noche del mundo, habrá,
sin duda alguna,
NOCHE BUENA…!!!
FELIZ NAVIDAD MISIONERA…!!!
Ramón María.
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